Una persona sabeloto es aquella que pretende tener el conocimiento a raudales por encima de los demás. Su opinión es más importante y lo hace saber sin darse cuenta. Todas sus frases empiezan por “yo”, el ego va primero.
Nadie objeta la experiencia de una persona sino la forma expresarla. El sabelotodo, “sin intención” hace sentir al otro como un completo ignorante.
Hay momentos en que queda el ambiente tan pesado que nadie quiere opinar porque su argumento será invalidado de alguna manera: “hagamos las cosas mejor de esta manera, he probado que funciona mejor así”, “te he dicho de mil maneras como hacerlo, pero te vuelvo a explicar”. Esta frase suena a “no haces las cosas como yo quiero”. Otra vez el yo por delante pero implícito.
¿Cómo mejorar la actitud sabelotodo y ser más asertiva?
1. La escucha activa.
La persona sabelotodo tiene la facultad de generar rechazo porque es concebido como una ostra, lo único valioso es lo que aporta ella (así lo hace sentir). De entrada, no hay empatía y el encuentro se vuelve monótono, dispersa y con sensación de que se acabe rápido.
Las personas sabelotodo tienden a enfocar la conversación en pos del yo, del ego. Evita anteponer tu opinión a la de tus interlocutores. En ocasiones, no es necesario todo el conocimiento del mundo, basta el sentido común o probar nuevas prácticas que generan mejores resultados.
Cuando escuchas activamente, das la oportunidad de expresar el saber al otro y le hace sentir importante. Ganas más cuando te permites el silencio práctico.
¿Difícil? ¡Por supuesto! La buena noticia es que la voluntad puede con todo y la práctica paso a paso genera cambios monumentales.
2. Generar confianza para opinar y generar ideas.
La persona sabeloto siempre tiene el argumento para amilanar las ideas de los demás. Ante esto, se disminuye la intención de aportar soluciones. “Ya habló la sabelotodo, ni para que opino”.
Si estás convencida que tu idea es buena y genera resultados satisfactorios, no temas presentarla con los debidos argumentos. Sin embargo, recuerda que hay ideas que pueden ser mejores que las tuyas e incluso más simples para desarrollar. Es preciso tener la mente abierta para la innovación.
Cuantas buenas ideas se pierden cuando no se genera la confianza suficiente para expresarlas. La magia de trabajar en equipo es que en la unión de talentos se encuentran soluciones novedosas.
3. Generar sinergia
Cuando escuchas activamente y das la confianza para expresar ideas, creas la sensación que te importan los aportes del otro. Tus compañeros sienten que su conocimiento y experiencia tienen tanta validez como el de los demás miembros generando proactividad y resultados óptimos.
Recuerda: “dos cabezas piensan mejor que una”.
CONCLUSIÓN
Hoy aprendiste como es comportarse como una sabelotodo y también aprendiste como evitar serlo o mejorar esa actitud. Es difícil cambiar ese estilo de personalidad cuando está arraigado pero no es imposible. Yo he sido así, lo reconozco y estoy trabajando para mejorar cada día.
Lo dicho no son fórmulas mágicas. Cada quien puede determinar la manera de mejorar una actitud destructora de relaciones sociales e implementar las mejoras a partir de su particularidad.
Empieza por observar muy bien lo que haces, lo que dices y como lo dices, tu expresión corporal. Luego plantéate un cambio cada vez sin dejar de persistir. Los hábitos obran milagros.
Excelente artículo, gracias.
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Hola Germán:
¡Mil gracias!
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