La asertividad la defino como la manera adecuada de decir las cosas sin que genere impacto negativo. Mientras que la RAE, la define como proposición u opinión afirmativa. ¿Claro?
Ahondando el significado, la asertividad es el arte de defender tus derechos sin torpedear los de los demás ni permitir que te agredan.
Nadie llega al mundo con el chip de la asertividad incrustado. De hecho es una habilidad social que se aprende con el tiempo y con los golpes de la vida. No hay nadie ciento por ciento asertiva, ni siquiera yo que te estoy hablando ahora del tema.
A veces puedes caer en el dilema de decir sí cuando quieres con toda tu alma decir no, o con agresividad, pisoteas los derechos y los sentimientos de otros, o simplemente, eres diplomática.
La delgada línea entre la asertividad y la agresividad hace que a veces solo te des cuenta de que obraste mal, cuando ya no hay nada que hacer.
Bien dicen en la jerga popular que entre las cosas que no puedes dar marcha atrás, se encuentra la palabra dicha. ¡Mira nada más! ¡Es cierto!
Hace unos días recibí un mail con información de un bloguero que sigo fielmente. La cuestión es que en el asunto decía una cosa y en el cuerpo del mensaje otra.
Le escribí alertando del error, pero no lo hice de la manera correcta. Ya había oprimido el botón enviar, cuando caí en cuenta. La reacción que tuvo esa persona fue la más lógica, yo no podía esperar flores habiendo enviado piedras.
De corazón, le escribí nuevamente disculpándome, no sin antes pensar: ¡tragame tierra!
Por fortuna, aprendo de los errores, sería muy cruel caer en otro error garrafal como ese.
A raíz de ese incidente, analicé las causas y lo que una persona puede hacer para evitar empañar una relación social de cualquier índole. De aquí nació la idea de la APN: Pensar 100 veces si Aporta, es Pertinente y si es Necesario antes de hablar y/o escribir.
Me hubiera ahorrado la vergüenza si tan solo hubiese pensado mejor. El problema no fue escribir sino como lo escribí.
Desglosando el APN
1. ¿Aporta?
Si lo que vas a decir no aporta, lo mejor es que lo descartes. La máxima que no veas la paja en el ojo ajeno, queda de perlas para este caso. ¿Quien no se equivoca? Quien este libre de pecado tira la primera piedra.
Recuerda, si lo que vas a decir o escribir no aporta, mejor déjalo en tu pensamiento. Haces mejor. Ya leíste por qué.
2. ¿Es Pertinente?
En este segundo filtro, debes estar segura que es adecuado, que genera impacto positivo y que viene al caso. De lo contrario, ¡callate!
¿Que te ahorras? Mantener una buena relación y quebraderos de cabeza.
¿Cuántas veces has pasado por inoportuna? Me atrevo a pensar que muchas. Sentir que abriste la boca cuando no era pertinente, duele más que un dolor de cabeza real. Te dices como yo dije: ¡Trágame tierra! ¡Devuelvase el tiempo!
3. ¿Es Necesario?
En el último filtro, debes analizar si es necesario lo que vas a decir. Este es un complemento de los dos anteriores. Es posible que tu interlocutor, ya haya notado lo que estás pensando y no necesita que se lo repitan.
Si acaso no lo ha notado, ¿crees que es necesario recordarselo? Puede que termines concluyendo que sí, en este caso, cuida las palabras que vas a usar para decirlo. Lo importante no es lo que digas, si no como lo digas. Esto hace la diferencia.
Esto me recuerda una frase que uso mucho en las discusiones que he tenido: “no fue lo que me dijiste, fue el tono, el tono”.
¿Cómo convertirlo en un hábito?
No voy a jugar a ser la gurú de las habilidades sociales, porque no lo soy. Puedo decirte que todo se logra con la práctica y con la calma. Aún yo estoy mejorando cada día y te confieso que a veces tengo recaídas.
Lo que he aprendido de mi propia experiencia es que las emociones no son buenas consejeras a la primera, por eso debes contar hasta 100 y actuar.
Imagina que has hervido agua para tomar, acabas de bajarla de la estufa, ¿te la tomas de una? Por supuesto que no, primero la dejas reposar y luego si la bebes. Así debes hacer con las emociones.
Cada que tengas una situación donde debas opinar, actuar, protestar, entre otras, aplica la APN. Ganamos más con la asertividad que con la agresividad disimulada.
Recuerda que tu puedes elegir entre reaccionar y pensar. Si reaccionas le das poder a tus emociones, si piensas, le das poder a tu mente para hacer lo correcto.
Pero ¿como me doy cuenta?
Vuelve al ruedo. Debes vigilar tus emociones. En momentos de ira, de tensión, de aburrimiento, de exaltación, no pensamos con claridad. De ahí parte, la idea de la APN, como una forma de aplacar el fuego que pueda llevarte a cometer errores en tus relaciones sociales.
El aprendizaje es continuo. Caerás muchas veces y te volverás a levantar con cada aprendizaje. Lo importante es tener la voluntad de mejorar paso a paso, lento y seguro.
Alguna vez leí una historia de un niño que estaba muy enojado con un amiguito. Habían peleado y el le había dicho cosas desagradables. Su padre lo llevó al taller de carpintería que tenía y le entregó un trozo de madera y algunos clavos. Le dijo que enterrará todos lo clavos en la madera hasta que hubiese terminado de hacerlo. Al rato, le dijo que los arrancará. Uno a uno, el niño lo hizo. Cuando hubo terminado, su padre le mostró los hoyos que tenía la madera y le dijo: Cada palabra que digas, será como cada clavo enterrado en esta madera, podras quitarlos pero nunca volverá a ser como antes. Las huellas serán imborrables.
“Defiende sin ofender, reclama sin maltratar y expresa sin denigrar. Que la palabra dicha no vuelve atras y el daño hecho no se puede reparar”.
¿A ti como te va con la asertividad?
Cuentame y por favor, comparte en tus redes sociales, así me ayudas a dar a conocer el blog y que más personas se beneficien de él.
El tema de la asertividad es algo muy importante cuando trabajamos en grupo. Nunca lo había pensado con ese nombre y la estrategia APN me parece muy valiosa, ¡muchas gracias, Maryo! Me encantó el artículo 😀
Citar Comentario
Hola Fede:
¡Qué alegría leerte por acá! La asertividad es un tema amplio para tratar y como tu dices, es el pilar del trabajo en equipo. Aprender a ser asertivo cuesta, pero es más práctico volverla un hábito con la estrategia APN.
Espero tenerte por aquí comentando más a menudo.
Saludos.
Citar Comentario