Hace unos días conversaba con una amiga bloguera como yo. La única diferencia entre las dos es que ella está recién empezando y no ha sido fácil. Ella sentía que cada vez iba más lenta mientras varios amigos del medio que llevan poco tiempo como ella, van volando. Lo más gracioso de la conversación fue cuando se comparó con un caracol. ¿Por qué un caracol? El caracol lleva la casa a cuestas, es su refugio y va muy lento.
¿Cuál es el punto?
Mi amiga siente que su casa le pesa tanto que no puede avanzar en su proyecto como quisiera. Tiene una hermosa familia que atender, un esposo amoroso y un bebé. Este último requiere su atención constante, lo que la hace sentirse extenuada al final del día y sin ganas de nada. ¡Bueno! ¡Tirar la toalla!
A esto le llamo el síndrome del caracol.
Como vencer el síndrome del caracol
Para empezar, creo que mi amiga Eva va al ritmo que necesita y que sus recursos se lo permiten. ¿Por qué no se libera?
1. Dejar de compararse
La comparación con otros es un mal que nos aqueja a todos y más cuando tendemos al perfeccionismo.
Bien dice, mi amiga Ana Vico en Befullness que las comparaciones son odiosas. Siempre habrá alguien más arriba que tú y otro que apenas empezó el camino que ya llevas recorrido.
Adicionalmente, cada persona tiene unas particularidades personales y familiares que nunca serán iguales a las de otras personas.
La clave está en encontrar el punto de equilibrio, el ritmo más cómodo para avanzar y siempre persistir.
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2. Planear las actividades de la semana
Una buena manera de lograr las metas personales es hacer una buena planeación de las semanas. En el caso de Eva, quien no tiene un empleo de 7 a 5 de lunes a viernes, puede distribuirlo de tal forma que pueda atender a su hijo sin remordimientos, atender su clientes de coaching, compartir con su esposo, escribir artículos, maquetarlos para el blog, gestionar sus redes sociales con aplicaciones automatizadas (tales como buffer, metricool, hootsite, entre otras) y separar tiempo para el ocio (para leer, dormir, hablar con amigas, etc).
Es posible que te puedan decir que las personas exitosas en vez de estar durmiendo deberían estar produciendo, pero eso para mí es una falacia. Nadie puede avanzar o inspirarse sin un momento de ocio. Sino que lo diga Arquímedes quien encontró la solución al problema de medir el volumen de cuerpos irregulares cuando se encontraba felizmente sumergido en la bañera ¡Eureka!
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3. Hacer un balance diario de los resultados obtenidos y ajustar lo necesario.
Al final de la semana, es preciso hacer un balance de los resultados obtenidos para encontrar mejores formas de hacer las cosas. Cada semana ha deja un aprendizaje y el descubrimiento de cosas de sí misma que no sabías.
Lo bueno de hacer el balance es que te ayuda a encontrar el equilibrio adecuado entre lo personal y lo profesional/ empresarial.
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4. Aprovechar las lecciones aprendidas
Luego de dos semanas de aplicar estas claves, Eva aprendió a vivir su naturaleza, comprendió que tiene tiempos de maduración, aprendizaje y trabajo distintos a los demás, que su ritmo es único y adecuado a ella en su momento de caracol.
Las lecciones aprendidas son pequeñas gotas de sabiduría que si las aprovechas, te guiarán a encontrar la paz que necesitas para disfrutar tu camino hacia la meta, hacer las cosas mejor y avanzar con más seguridad.
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5. Nunca perder la fe en su meta.
Nadie dijo que sea fácil tener un proyecto de emprendimiento, por eso, no hay que perder la fe.
Por ejemplo, yo quisiera ser como Isra García que escribe muy a menudo y tiene montones de libros inspiradores publicados, pero sé que me falta mucho camino por recorrer, voy lento sin perder el rumbo, ni descuidar otras facetas importantes de mi vida.
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Conclusión
Al final, tú puedes vencer los obstáculos mentales que te aquejan y con un poco de autoconocimiento llegar a la meta que estás buscando sin estresarte y a tu tiempo.
Una vez que enciendas el motor ganador, nunca lo apagues”
Cachito Vigil – Ex – entrenador selección argentina de hockey femenino.
¿Y tú qué punto seguirás para dejar de sentirte como caracol? Deja tu comentario y comparte con tus amigas.
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