En grupos de emprendedoras, he escuchado la misma queja: —Mi esposo se ha disgustado conmigo porque no me dedico a algo más seguro (un empleo, por ejemplo), pero yo no quiero seguir trabajando para otros, quiero tener mi propio emprendimiento al tiempo que puedo ver crecer a mis hijos. ¡Es mucho pedir! Estoy a punto de tirar todo por la borda y dejar así. A lo mejor, mi esposo tiene razón.
Es curioso que los primeros en poner el grito en el cielo son las personas de nuestro circulo familiar (por fortuna, no es mi caso). Yo los llamo “ladrones de sueños”. Aquellos quienes nunca han intentado nada diferente a lo conocido, a su zona reducida de confort. Si acaso lo han intentado, se han rendido al primer traspiés o en su exceso de cariño, ve peligros donde no los hay.
Para las madres emprendedoras en muy difícil lidiar con tanta energía negativa de nuestros familiares y amigos. Terminamos exhaustas al final del día y casi dejándonos influenciar por creencias que no vienen al caso.
Si eres capaz de atender tus hijos, tu esposo, ir a un trabajo por cuenta ajena ocho horas diarias, llegar a casa a continuar con labores del hogar y más; también podrás dedicar tiempo para hacer realidad tu emprendimiento. Eso no lo dudes.
Las madres tenemos esa facilidad para encontrarle espacio a todo incluso con medio mundo en contra. Es justo que luego de dedicar tiempo a los demás, saquemos tiempo para lo ese algo que nos hace sentir realizadas.
Ser madre emprendedora es un orgullo.
—Ok, ok, ¿cómo lo hago?
Claves para emprender en solitario sin morir en el intento.
Hay muchos motivos para emprender en solitario cuando nuestros sueños son más grandes que nuestras excusas. No hay un manual a prueba de fuego que nos diga como hacerlo perfecto pero si un cúmulo de experiencias de quienes ya están sorteando el camino.
Las cinco claves imprescindibles para lograrlo según mi propia experiencia son:
#1. Confía en ti
Si iniciaste tu emprendimiento es porque quieres correr el riesgo de hacer que lo que quieres para tu vida, suceda. No pierdas la confianza, continúa.
¿Qué pasa si fracaso?
Thomas Alba Edison fallo miles de veces antes de fabricar la bombilla y el siempre decía: “No he fracasado, solo me he topado con 10.000 maneras que no funcionan”.
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El fracaso está subvalorado. Errar es la escalera a la mejora. Para mí, fracasada es aquella madre emprendedora que se deja vencer por las circunstancias a la primera y deja tirados sus sueños. Eso es fracasar.
#2. Organízate
Como madres tenemos miles de cosas que hacer en el día y más cuando tenemos bebés. A veces parece que el día necesita tener 25 horas para que podamos hacer todo. Sin embargo, por experiencia propia, puedo asegurarte que hay espacio para ti, si lo buscas.
No temas delegar tareas o pedir ayuda de alguien cercano para liberar tiempo.
Lo importante es que puedas continuar atendiendo a tu familia y también, disponer de horas para tu emprendimiento. Es posible, si lo crees posible.
Te recomiendo leer el artículo “La matriz de Stephen Covey: la brújula de tu estrategia personal” en la cual se basa la plantilla de regalo que tengo para ti.
#3. Evita explicar, deja que los hechos hablen.
¿Y esto a que viene? Bueno, es normal que las personas a tu alrededor quieran saber de qué va tu emprendimiento. A mi me ha pasado.
No te degastes tratando de explicar a los demás lo haces, lo que pretendes lograr y cómo lo haces, te dejará exhausta. Ya tienes suficiente con el estrés de aprender cada día algo nuevo que fortalezca tu emprendimiento.
Lo mejor que puedes hacer es compartir tus logros con ellos, cada avance y sin dejarte permear por emociones negativas que quieran transmitirte.
¿Que hago si me quieren desalentar? Haz como la ranita sorda. Ya te cuento la historia:
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.
Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era, dijeron a las dos ranas que estaban en el fondo, que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
La multitud de ranas le gritaba que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerza hasta que finalmente saltó fuera del hoyo.Cuando salió, las otras ranas le preguntaron:
– ¿No escuchaste lo que te decíamos?
La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir de allí.
Así que ya sabes, sigue adelante. Ve paso a paso, no tienes que correr. Todas tenemos un ritmo, lo importante es el camino hacia la meta.
Ahora, no te compares con nadie porque siempre habrá alguien mejor que tú o que ya haya logrado lo que tu deseas lograr. La forma en que lo haya hecho no quiere decir que tu no puedas.
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#4. Unéte a una comunidad de emprendedoras
Estar en una comunidad que sigue nuestros mismos ideales es la mejor forma de no perder el ánimo. Allí te encontrarás con madres como tú que tienen los mismos u otros problemas por los que estás pasando.
Esa sinergia te ayuda a no perder el foco.
He sido parte de comunidades de emprendedores y sé porque te lo digo.
En estas comunidades no solo encuentras el ánimo para seguir adelante sino que aprendes de las habilidades de lo demás. La unión hace la fuerza.
He creado un grupo privado para madres emprendedoras como tu y yo. Si deseas pertenecer a él, suscríbete y forma parte de una comunidad exclusiva.
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#5. Persevera, persevera, persevera
Nada es fácil, todo cuesta, para llegar a la cima del Everest, los alpinistas tienen que sortear muchos obstaculos. Así mismo es el camino de las madres emprendedoras.
Requieres muchas dosis de VDP (Voluntad-Disciplina- Persistencia).
Cuando sientas que no puedes más, mira el rostro de tus hijos y recuerda que ellos siguen tus pasos, tu ejemplo. ¿Qué modelo quieres ser para ellos?¿Una madre emprendedora perseverante o una madre que se rinde fácil? Yo elegiría la primera.
¿Te sientes desanimada? ¿Te parece si conversamos? Escríbeme por medio de mi formulario de contacto o escribeme a mi email maryoryvaldes@kaizenexito.com.
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